HISTORIA
LA VIRGEN
HISTORIA
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APARICIÓN
Según refiere la tradición, Nuestra Señora de los Olmos, Patrona de Maranchón se apareció en el siglo XII (en torno a 1114) a un pastor de dicha localidad en lo alto de una sabina llevando en la mano un ramo de olmo. De aquí procede su denominación y advocación.
CELEBRACIONES
Se llevan a cabo tradicionalmente las siguientes celebraciones:
- Función solemne, el último Domingo del mes de Agosto
- Novena como preparación a la Fiesta
- Procesión o Rosario el dia anterior a la Función Solemne
- Eucaristía en sufragio por los hermanos difuntos, al día siguiente de la Función Solemne
- Eucaristía-Homenaje a la Nuestra Señora de la Virgen de los Olmos, el último fin de semana de Mayo o primero de Junio
SU HACIENDA EN LA ANTIGÜEDAD
Los asientos en los cuadernos de cuentas de su fábrica de los años 1611-1619 atestiguan que la hacienda de la Virgen contaba con varias tierras propias entregadas en renta a los vecinos, distribuidas por todo el término, especialmente todo e1 collado en donde se asienta la Ermita. Asimismo, poseía hatajo de ganado lanar y varios capitales dados a los vecinos a censo, que en conjunto le producían saneados intereses, suficientes para el holgado mantenimiento del culto, ornato y reparaciones del santuario.
Los responsables de la buena marcha de las cuentas eran el cura y los «compatronos» -el mayordomo/administrador y los dos regidores-, quienes nombrados por el visitador del Obispado estaban obligados a aceptar el cargo y dar cuentas periódicas de su gestión.
Ya al final de la primera visita de 1612, el Señor Provisor establece que «Queda por mayordomo… Bartolomé Iniéstola y mandósele lo acepte so pena de excomunión y costas…».
En 1672, según las cuentas, la Virgen tiene de caudal en 19 escrituras de censo, 3.220 reales y 26 maravedises de principales. Se especifica incluso que «los censos son muy antiguos… muchas de sus hipotecas han pasado a nuevos poseedores por compras y herencias sin haberlos reconocido notarialmente».
Quince años más tarde, en 1685, el visitador inspecciona el mismo libro y comprueba que la ermita dispone de «123.843 maravedises y 60 medias de trigo, que es un caudal considerable, y encarga a su Merced… lo emplee en lo más conveniente al adorno y culto».
En un auto posterior se informa que pertenecían a la Virgen, entre otras muchas tierras, todas las hazas comprendidas «entre el Pairón y el Santuario», es decir, todo el altozano alrededor de donde se halla ubicada la Ermita. Pero era tan poco lo que le rendían estas tierras «por tener el terreno poco suelo» que en 1745 el visitador del Obispado propone:
«…le sería más útil a Nuestra Señora y a los vecinos cosecheros que se hagan eras, y mandan su merced se den, o las tierras a tributo a censo perpetuo a los vecinos, procurando que de esta forma den más producto que arrendadas o el mismo, lo que dan facultad al cura».
Las sugerencias del provisor debieron llevarse a la práctica enseguida, pues en un acta de 1807 las cuentas incluyen una relación de los 21 nombres de los renteros de las eras en que había sido convertida toda la colina propiedad de la Virgen.
VÍRGENES CON EL NOMBRE «DE LOS OLMOS»
Como referencias ajenas al pueblo contamos con información sobre algunas otras vírgenes -además de la de Maranchón- del mismo título:
- Tornos (Teruel)
- Saelices de la Sal (Guadalajara)
- Uceda (Guadalajara)
- Quintana del Pidio (Burgos), próximo a Aranda de Duero
Tornos (Teruel). Situado en la Comarca de Jiloca, en pleno Sistema Ibérico, junto a la laguna de Gallocanta, a 1018 metros sobre el nivel del mar. Dice la leyenda que tomó el nombre por la abundancia de olmos que tuvo en su entorno, aunque antiguamente la llamaron de «La Dehesa» por los frondosos prados que había en este terreno. Esta Ermita de Nra. Sra. de los Olmos se fundó en el año 1735, y tres años más tarde se creó la Cofradía de la Esclavitud en su honor. Sus miembros provenían de numerosos pueblos de Aragón: Zaragoza, Ojos Negros, Daroca, Fuendetodos, Bello, Berrueco, Quinto, La Almunia, Monreal, Báguena… incluso había tantos esclavos en Madrid que además del Hermano Mayor de Tornos, se nombró otro en Madrid, supeditado al de Tornos.
Nicanor Fraile, estudioso del tema, descarta como origen de nuestra patrona a la de Tornos, pues un breve historial cuenta que en 1580 aún se le conocía con su primitivo nombre de «Virgen de la Dehesa». Sin embargo, efectúa alguna investigación acerca de las otras tres localizaciones, «ya que que nuestras sierras fueron repobladas con gentes traídas, principalmente, de tierras de Atienza, Soria, Burgos y Navarra, y pudiera ocurrir que fuera a algún miembro de aquellas familias de colonos a quien según la creencia popular se le apareciera la Virgen de los Olmos, siendo éste quien implantase el culto a la patrona de su lugar de origen en su nueva patria de adopción».
En el caso de Saelices, por la proximidad geográfica con Maranchón y, por tanto, presumiblemente reconquistados y repoblados hacia las mismas fechas, Nicanor alega que las razones de antigüedad serían las mismas que para nuestro pueblo. No obstante, encuentra citas más antiguas acerca de la existencia de aquel lugar que del nuestro, no siendo definitivas para que él considere su origen más antiguo.
En el documento de ‘Concordia entre el Obispo de Sigüenza -Don Rodrigo- y los clérigos de Medina’ de 1197 ya se nombra a «Sancti Eclicis» (Saelices) como una de las parroquias del arciprestazgo de Medinaceli. No así a Maranchón, aún perteneciendo a la misma sierra y, seguramente, a la misma vicaría.
También se la menciona en la ‘Estadística de parroquias de 1353’ de este arciprestazgo como «Sant Felices». Como única referencia histórica escrita a la existencia de la citada advocación mariana, únicamente localiza una breve mención en el ‘Diccionario de Pascua1 Madoz’, quien al tratar de los edificios de carácter religioso que había en su época (1848) en el pueblo y término dice: «Dentro de él se encuentran dos ermitas (Nuestra Sra. de los Olmos y San Antonio)».
Sus indagaciones y consultas directas sobre la veneración de la Virgen de los Olmos en el pueblo de Saelices indicaban que, hasta finales del siglo XIX, existió el culto a su imagen en una ermita propia, aunque el citado santuario -de antiquísima traza circular con cúpula y pórtico que aún está en pie pero medio derruida-, está destinado en la actualidad al culto de Nuestra Señora del Carmen. Solamente los más ancianos del pueblo poseen el recuerdo cierto de su anterior titular. Por desgracia, la imagen de la antigua Virgen de los Olmos, al igual que otras figuras de santos que ocupaban los viejos altares, fueron destruidas con sus retablos durante la contienda de los años 1936-1939, sin que haya quedado el menor rastro de todo ello.
De Casa de Uceda, llamada también Casa del Rey y campo de Uceda, perteneciente entonces -como la misma Guadalajara- a la Diócesis de Toledo, los datos más antiguos encontrados por Nicanor son las declaraciones de los regidores del lugar para las ‘Relaciones topográficas de Felipe II’ de 1576. En ella consta la existencia en dicha aldea como patrona, una virgen y ermita con la advocación de Nuestra Señora de los Olmos, y el mismo Madoz, en 1848, nos lo repite. Sin embargo, aquella relación no informa, ni su redacción nos permite conocer que, desde esta época, figure dicha virgen en el lugar, por lo que no sirve para datar o documentar la de la villa, puesto que en aquel tiempo en Maranchón ya había datos mucho más explícitos y más antiguos.
En cuanto a Quintana del Pidio, se dispone de una gran profusión de datos pues es una antiquísima aldea del Obispado de Osma, aunque de la provincia de Burgos. Ya en el siglo XII se sabe que era un antiguo monasterio benedictino y que Don Alfonso VIII se lo dio en 1187 al de Santo Domingo de Silos a cambio de unas posesiones suyas en Tordesillas. El abad de Silos lo convirtió en un rico priorato, y hoy en día, Quintana del Pidio es una población de unos 280 habitantes que viene celebrando sus tradicionales fiestas en honor de su patrona Nuestra Señora de los Olmos, del día 7 al 10 de septiembre.
Nicanor intentó hacer averiguaciones sobre la antigüedad relativa a este título, pero parece que no encontró demasiados datos; solamente que algunos elementos góticos-tardíos de su fábrica no la presentan como construida ya a finales del siglo XV, y poco más.
Encontramos recientemente algunas otras Ermitas dedicadas a la Virgen de los Olmos:
- En las inmediaciones de Olombrada (Segovia) se halla una ermita dedicada a ella que debió construirse en el s. XVI, época de proliferación de cruces, cruceros y humilladeros, que se encontraban a las afueras de las poblaciones y junto a los caminos.
- Fuentidueña (Segovia). Situada en el extremo norte de la provincia de Segovia, la villa de Fuentidueña se alza sobre un estrecho valle formado por el río Duratón, situación geográfica única que explica la importancia de la villa durante la Edad Media. Su capilla dedicada a la Virgen de los Olmos se halla a un kilómetro del pueblo, sobre un cerro perforado por históricas y antiguas bodegas.
La imagen de la Virgen de los Olmos fue restaurada en 1999, quitándosela dos manos de pintura y devolviéndola a su aspecto original. Procede de la ermita del mismo nombre de «Fuente el Olmo de Fuentidueña», a donde parece ser que habría llegado desde el convento de San Juan de la Penitencia, de Fuentidueña. Toda ella de una pieza, sustenta al Niño en su mano izquierda, y éste, a su vez, tiene la bola del mundo en una mano y un racimo en la otra, componiendo una escena muy entrañable y familiar. Puede ser del siglo XVI.
- En la Giralda de Sevilla encontramos también representación de la Virgen de los Olmos. La advocación de esta imagen gótica hace referencia a su antiguo emplazamiento en el «Corral de los Olmos», un espacio urbano localizado en la actual Plaza de la Virgen de los Reyes. En este recinto, situado en el frente oriental de la catedral de Sevilla, que tenía árboles de esta especie, estuvieron instalados desde mediados del siglo XIV hasta entrado el siglo XVI los cabildos secular y eclesiástico. Siendo paso obligado para acceder al Palacio Arzobispal y al Hospital de Santa Marta.
El origen de esta imagen es desconocido y aunque las referencias más antiguas la relacionan con la entrada a la antigua sala capitular del Cabildo de la Catedral no puede descartarse que, con anterioridad, recibiera culto en alguno de los altares que existieron en la primitiva Catedral mudéjar. En el recinto interior del Corral de los Olmos estuvo colocada sobre la puerta de acceso a la mencionada sala de reuniones y rodeándola, en la fachada, había exvotos pintados alusivos a los milagros que la Virgen realizaba. En 1629 fue trasladada a la entrada del portal de los Olmos y en 1791, cuando derribaron el recinto, quedó instalada en un nicho realizado en el frente oriental de la Giralda donde permaneció hasta 1987, debajo del primer balcón, momento en que se retiró por obras de restauración en la Giralda y se instaló una réplica realizada por Juan Luis Coto. En uno de los antiguos cambios de emplazamiento necesitarían rebajar su altura y eliminaron la parte superior de su corona para acoplarla al hueco arquitectónico.
Realizada en alabastro sin policromar, de inspiración bizantina, la Virgen sostiene sobre su brazo izquierdo al Niño Jesús, el cual aparece acariciando con ternura la cabeza de su Madre, mientras la mira con cariño. En su mano derecha la Virgen sostiene un pequeño ramo de flores, símbolo de las variadas virtudes que adornan a la Madre de Dios.
El origen de esta imagen es desconocido y aunque las referencias más antiguas la relacionan con la entrada a la antigua sala capitular del Cabildo de la Catedral no puede descartarse que, con anterioridad, recibiera culto en alguno de los altares que existieron en la primitiva Catedral mudéjar. En el recinto interior del Corral de los Olmos estuvo colocada sobre la puerta de acceso a la mencionada sala de reuniones y rodeándola, en la fachada, había exvotos pintados alusivos a los milagros que la Virgen realizaba. En 1629 fue trasladada a la entrada del portal de los Olmos y en 1791, cuando derribaron el recinto, quedó instalada en un nicho realizado en el frente oriental de la Giralda donde permaneció hasta 1987, debajo del primer balcón, momento en que se retiró por obras de restauración en la Giralda y se instaló una réplica realizada por Juan Luis Coto. En uno de los antiguos cambios de emplazamiento necesitarían rebajar su altura y eliminaron la parte superior de su corona para acoplarla al hueco arquitectónico.
Realizada en alabastro sin policromar, de inspiración bizantina, la Virgen sostiene sobre su brazo izquierdo al Niño Jesús, el cual aparece acariciando con ternura la cabeza de su Madre, mientras la mira con cariño. En su mano derecha la Virgen sostiene un pequeño ramo de flores, símbolo de las variadas virtudes que adornan a la Madre de Dios.
Parte de los datos mencionados en esta web, son extractos del libro «Maranchón (mi pueblo)», escrito por Nicanor Fraile García en 1991, magnífica fuente de datos para conocimiento de la historia de nuestro pueblo.
Tomamos como referencia también escritos de Jose Ramón López de los Mozos, escritor, historiador y etnógrafo nacido en Maranchón que fue Cronista oficial de la Villa.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.- SALVE
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada Nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.- SALVE
Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María!- SALVE
Ruega por nos, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo. Amén, Jesús.- SALVE