LIBRO NOVENARIO
EDICIÓN 1930
EDICIÓN 1930
NOVENARIO
Imprenta y Librería Católica LA EDITORIAL, Coso, 86.- Zaragoza. 1930.
Establecimiento Impresor del Excmo. Sr. Arzobispo.
NOVENARIO
QUE A LA REINA
DE LOS ÁNGELES MARÍA SANTÍSIMA,
NUESTRA SEÑORA,
ESPECIAL PROTECTORA DE LOS PUEBLOS,
EN SU MILAGROSA IMAGEN
CON EL TÍTULO DE LOS OLMOS,
CONSAGRA
SU AGRADECIDA VILLA
DE MARANCHÓN.
COMPUESTO POR UN DEVOTO DE LA SEÑORA.
Anagrama con leyenda
«Ave María Purísima»
ZARAGOZA
Tip. «LA EDITORIAL», Coso, 86
1930
Aparece en la primera página una estampa impresa en cuyo pie puede leerse: «N.S. de los Olmos. Se venera en su Ermita extramuros de la villa de Maranchón, Obispado de Sigüenza. Están concedidos 700 días de indulgencia por una Salve.»
Sigue una nota que consiste escuetamente en una referencia histórica: la milagrosa imagen de Nuestra Señora de los Olmos, fue aparecida en una sabina, el año de 1114, a un ganadero, con un ramo de olmo en la mano.
El novenario consta de las páginas 5 a 27 y cosiste en las oraciones propias de cada día, correspondiendo a cada uno, un atributo o cualidad de la Virgen. Son respectivamente: Corredentora, Reparadora, Restauradora, Reformadora, Intercesora, Reconciliadora, Protectora, Bienhechora y Abogada.
Finaliza con los Gozos, una pequeña cita Mariana, y con una sencilla oración latina.
«Nativitas est hodie Sanctæ Virginis, cujus vita inclita cunctas illustrat Ecclesia.»
«Hoy es el día del nacimiento de la Santa Virgen cuya vida ilustre da esplendor a todas las Iglesias»
Oremus
«Famulis tuis, quæsumus, Dómine, cœléstis grátiæ munus impertíre: ut, quibus beátæ Vírginis partus éxstitit salútis exórdium: Nativitas ejus votiva solémnitas, pacis tríbuat incrémentum. Per Dominum.»
Oremos
«Te pedimos, Señor, que des a tus siervos el don de la gracia celestial; a fin de que los que hemos recibido las primicias de la salvación en el parto de la Virgen Santa; merezcamos un aumento de paz en la solemnidad de su Natividad. Por el Señor (Por Nuestro Señor Jesucristo).»
de RECUERDO
Hace unos años se hizo una edición facsímil de este libro novenario de 1930 que puedes comprar online desde la TIENDA o en la propia Ermita.
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NOVENA
El número 9 se consideraba de inspiración divina, así que las ‘novenas’ (de la palabra latina «novem», nueve), se entendían como una forma perfecta para rezar.
La novena consiste en orar durante nueve días, generalmente para obtener alguna gracia o pedir por una determinada intención. Esta forma tradicional de oración, muy popular y fomentada por la Iglesia desde la Edad Media, recurre generalmente a la intercesión de la Virgen María o de un santo.
Pueden ser nueve días consecutivos, como se hace en Maranchón, o nueve veces un día de la semana determinado (nueve viernes, por ejemplo).
Pueden ser nueve días consecutivos, como se hace en Maranchón, o nueve veces un día de la semana determinado (nueve viernes, por ejemplo).
ORÍGEN
En la Edad Media, España y Francia introdujeron la «novena de preparación para la Navidad» con el fin de recordar los 9 meses de embarazo de la Virgen. Por eso la novena tomó un sentido de anticipación y preparación a una fiesta (los mejores modelos de preparación eran Jesús y María, preparándose para el nacimiento). De la novena de preparación surgió la costumbre de hacer novenas a la Virgen y a los santos por diversas intenciones.
Hoy en día, la Iglesia considera que la estructura de las nueve repeticiones se refieren a los nueve días entre la Ascensión de Jesús y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.
El encargo final de Jesús en la tierra antes de ascender a los Cielos fue que «esperaran la promesa del Padre».
En la Edad Media, España y Francia introdujeron la «novena de preparación para la Navidad» con el fin de recordar los 9 meses de embarazo de la Virgen. Por eso la novena tomó un sentido de anticipación y preparación a una fiesta (los mejores modelos de preparación eran Jesús y María, preparándose para el nacimiento). De la novena de preparación surgió la costumbre de hacer novenas a la Virgen y a los santos por diversas intenciones.
Hoy en día, la Iglesia considera que la estructura de las nueve repeticiones se refieren a los nueve días entre la Ascensión de Jesús y la venida del Espíritu Santo en Pentecostés.
El encargo final de Jesús en la tierra antes de ascender a los Cielos fue que «esperaran la promesa del Padre».
En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, [Jesús] les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: “La promesa, les dijo, que yo les he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días” (Hechos 1,4-5).
Dios cumplió esta promesa en la fiesta judía de Pentecostés, según se describe en el segundo capítulo de Hechos. Esta fiesta judía siempre se celebraba 50 días después de la fiesta de la Pascua judía.